CUANDO LA BOCA CALLA EL CUERPO HABLA
El estómago se lo traga todo, digiere las ideas y experiencias nuevas que tenemos.
¿Qué (o quién) es lo que usted no puede tragar? ¿Y lo que le revuelve el estómago?
Cuando hay problemas de estómago, eso significa generalmente que no sabemos cómo asimilar las nuevas experiencias: tenemos miedo.
Muchos recordamos aún la época en que empezaron a popularizarse los aviones comerciales.
Eso de meternos en un gran tubo metálico que debía transportarnos sanos y salvos por el cielo era una idea nueva y difícil de asimilar.
Eso de meternos en un gran tubo metálico que debía transportarnos sanos y salvos por el cielo era una idea nueva y difícil de asimilar.
En cada asiento había bolsas de papel para vomitar, y casi todos las usábamos, tan discretamente como podíamos, y se las entregábamos bien dobladitas a las azafatas, que se pasaban buena parte del tiempo recorriendo el pasillo para recogerlas.
Ahora, muchos años después, sigue habiendo bolsas en todos los asientos, pero rara vez alguien las usa, porque ya hemos asimilado la idea de volar.
Las úlceras no son más que miedo, un miedo tremendo de «no servir para».
Tenemos miedo de no ser lo que quieren nuestros padres o de no contentar a nuestro jefe.
Tenemos miedo de no ser lo que quieren nuestros padres o de no contentar a nuestro jefe.
No podemos tragarnos tal como somos, y nos desgarramos las entrañas tratando de complacer a los demás.
Por más importante que sea nuestro trabajo, interiormente nuestra autoestima es bajísima, y constantemente nos acecha el miedo de que «nos descubran».
Por más importante que sea nuestro trabajo, interiormente nuestra autoestima es bajísima, y constantemente nos acecha el miedo de que «nos descubran».
En este punto, la respuesta es el amor. La gente que se aprueba y se ama a sí misma jamás tiene úlceras.
Sea dulce y bondadoso con el niño que lleva dentro, y ofrézcale todo el apoyo y estímulo que usted necesitaba cuando era pequeño.
El colon representa nuestra capacidad de soltar y liberar aquello que ya no necesitamos.
Para adaptarse al ritmo perfecto del fluir de la vida, el cuerpo necesita un equilibrio entre ingesta, asimilación y eliminación. Y lo único que bloquea la eliminación de lo viejo son nuestros miedos.
Aunque las personas estreñidas no sean realmente mezquinas, generalmente no confían en que siempre vaya a haber lo suficiente.
Se aferran a relaciones antiguas que las hacen sufrir, no animan a deshacerse de prendas que guardan desde hace años en el armario por temor a necesitarlas algún día, permanecen en un trabajo que las limita o no se permiten jamás ningún placer porque tienen que ahorrar para cuando vengan días malos.
Se aferran a relaciones antiguas que las hacen sufrir, no animan a deshacerse de prendas que guardan desde hace años en el armario por temor a necesitarlas algún día, permanecen en un trabajo que las limita o no se permiten jamás ningún placer porque tienen que ahorrar para cuando vengan días malos.
¿Acaso revolvemos la basura de anoche para encontrar la comida de hoy? Aprendamos a confiar en que el proceso de la vida nos traerá siempre lo que necesitemos.
Sandra Pacheco Luengo
Terapeuta Holística
Fono 7793-1785,
transmutar.es.sanar@gmail.com
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http://transmutaressanar.blogspot.com/
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