Cuando nos enojamos con nosotros mismos, cuando nos sentimos culpables, cuando tenemos la necesidad de castigarnos, un accidente es una forma estupenda de conseguirlo.
Puede que nos resulte difícil creerlo, pero los accidentes los provocamos nosotros; no somos víctimas desvalidas de un capricho del destino.
Un accidente nos permite recurrir a otros para que se compadezcan y nos ayuden al mismo tiempo que curan y atienden nuestras heridas. Con frecuencia también tenemos que hacer reposo en cama, a veces durante largo tiempo, y soportar el dolor.
El sufrimiento físico nos da una pista sobre cuál es el dominio de la vida en que nos sentimos culpables.
El grado de daño físico nos permite saber hasta qué punto era severo el castigo que necesitábamos, y a cuánto tiempo debíamos estar sentenciados.
Sandra Pacheco Luengo
Terapeuta Holística
Reiki Usui Nivel II
Registros Akáshicos
EFT Nivel III
Fono 7793-1785
transmutar.es.sanar@gmail.com
facebook.com/Transmutar.es.Sanar
transmutaressanar.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si algo esta destinado a suceder, no tendras que perseguirlo ese algo vendrá a ti.